El status de "globero fondón", no se compra como esos maquinorros que lleváis, es un estado de ánimo, digamos un modo de entender la vida... el globero fondón es una especie abundante por nuestras pistas, sobre todo en cotas bajas, se le reconoce por su vestuario, como recién salido de una tienda de bicis de carretera, montado en una bici de montaña, sube por pistas de +3 m (si le preguntas te dirá que es por respeto a la naturaleza, zonas de cría, etc). En la subida es inconfundible por su cadencia, (si no os riais, es dificil de subir con esa cadencia tan baja), sus devaneos de un lado a otro de la pista como si fuera a 300km/h, buscando siempre la pendiente mínima y un respirar rítmico, primero autosuficiente, en unos instantes se torna acelerado y luego, cuando el corazón está a punto de salir por las órbitas de los ojos, viene acompañado de un acentuado color rojo en toda la cara y una intensa sudoración mayormente por la zona rabadilla y zona casco. Si vais atentos, a veces los observareis a un lado de la pista, con pose de estar comprobando algún reglaje o haciendo alguna reparación menor, es lo que llamamos la fase de recuperación aguda del ciclo respiratorio, no es sencilla y a veces hay que dedicar tanto tiempo a esta fase como a la de estar subido en la bici propiamente.
De esta especie común por nuestro querido collserola, como en todas las especies, hay un colectivo más reducido que alguna vez se puede avistar en cotas más altas o alejado de pistas forestales o vias asfaltadas. La única explicación a su existencia es la obstinación, la persistencia, el instinto innato de superación, la aclimatación gradual a las alturas tras incontables horas de ascenso por esa pista que subís en una horita. A veces se confunde con el tío, de misma morfología y vestuario, que sencillamente ha subido con el coche hasta lo alto de collserola, cerca de una estación de tren, pero es muy diferente. Pues bien, yo soy el Rey Globero Fondón, el más obstinado de todos ellos.
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